תהילים פרק סד
א לַמְנַצֵּחַ מִזְמוֹר לְדָוִד: ב שְׁמַע אֱלֹהִים קוֹלִי בְשִׂיחִי מִפַּחַד אוֹיֵב תִּצֹּר חַיָּי: ג תַּסְתִּירֵנִי מִסּוֹד מְרֵעִים מֵרִגְשַׁת פֹּעֲלֵי אָוֶן: ד אֲשֶׁר שָׁנְנוּ כַחֶרֶב לְשׁוֹנָם דָּרְכוּ חִצָּם דָּבָר מָר: ה לִירוֹת בַּמִּסְתָּרִים תָּם פִּתְאֹם יֹרֻהוּ וְלֹא יִירָאוּ: ו יְחַזְּקוּ לָמוֹ דָּבָר רָע יְסַפְּרוּ לִטְמוֹן מוֹקְשִׁים אָמְרוּ מִי יִרְאֶה לָּמוֹ: ז יַחְפְּשׂוּ עוֹלֹת תַּמְנוּ חֵפֶשׂ מְחֻפָּשׂ וְקֶרֶב אִישׁ וְלֵב עָמֹק: ח וַיֹּרֵם אֱלֹהִים חֵץ פִּתְאוֹם הָיוּ מַכּוֹתָם: ט וַיַּכְשִׁילוּהוּ עָלֵימוֹ לְשׁוֹנָם יִתְנֹדֲדוּ כָּל רֹאֵה בָם: י וַיִּירְאוּ כָּל אָדָם וַיַּגִּידוּ פֹּעַל אֱלֹהִים וּמַעֲשֵׂהוּ הִשְׂכִּילוּ: יא יִשְׂמַח צַדִּיק בַּיהוָה וְחָסָה בוֹ וְיִתְהַלְלוּ כָּל יִשְׁרֵי לֵב:
Tehilim 64
Lamnatsêach mizmor ledavid Shemá Elohim coli vessichi, mipachad oiev titsor chaiai Tastirêni missod mereim, merigshat pôale áven Asher shanenu chachérev leshonam, darechu chitsam davar mar Lirot bamistarim tam, pit’om iorúhu velo yiráu Iechazecú lámo davar rá, iessaperú litmon mokeshim, ameru mi yir’e lámo Iachpessu olót tamnu chéfes mechupas, vekérev ish velev amoc Vaiorem Elohim, chets pit’om haiu macotam Vaiach’shilúhu alêmo leshonam, yitnodedu col roe vam Vayireu col adam, vaiaguídu pôal Elohim umaassehu hiskilu Yismach tsadic badonai vechassa vo, veyit’halelú col yishrê lev.
Salmo 64
Para el Director del Coro, un Salmo de David: Dios, Oye mi voz como cuento [mis aflicciones]; conserva mi vida del miedo al enemigo. Protégeme de los planes de los malvados, de la conspiración de malhechores, quien afilaron su lengua cual espada, apuntaron su flecha —una palabra que hiere— para disparar a los inocente desde sitios ocultos; de repente le tiran, no temen. Incitan a sí mismos en una cosa perversa, hablan de tender trampas; dicen: «¿Quién las verá?» Buscaron pretextos; [y cuando] completaron una búsqueda diligente, cada hombre [guardó el complot] adentro, profundo en el corazón. Pero Dios les disparó; [como] una flecha súbita fueron los golpes de ellos. Sus propias lenguas los hicieron caer, todos los que los ven sacuden sus cabezas [con burla]. Entonces todos los hombres temieron, y narraron la obra de Dios; percibieron Su acto. Que el justo se alegre en Adonái y se cobije en El; y que todos los de corazón recto se enorgullezcan.
Explicación: Los Sabios interpretan este Salmo como alusión a Daniel, quien fue arrojado a los leones. David lo vio por profecía, y rezó por él, pues era su descendiente, como dijo [Dios a Jizkiahu]: «De tus hijos que tendrás, tomarán; serán ministros en el palacio del rey de Babilonia».